La crítica a menudo surge de un deseo de destacar entre los demás y ganar validación social. Al hablar mal de otros, algunas personas buscan elevar su propio estatus social al denigrar a otros, lo que puede brindarles una sensación temporal de poder y control.
Juzgar a otro de un modo superficial es una manera fácil y sencilla de sentirse superiores y de esa forma sentir menos infeliz su triste y vacia vida.