La llegada de un hijo suele desgastar a la parejas porque un bebé consume mucho tiempo y energía de la mamá, sumado a que la mujer por los cambios hormonales entra en depresión pos parto, y eso no compagina bien con el papá que espera que todo siga igual que antes que naciera. Eso hace que algunas parejas se enfrien y puedan llegar a fracasar, pero otras siguen adelante sobre todo si el hombre ayuda con el bebé y entiende los tiempos físicos de la mamá que acaba de dar a luz.
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